Tras
las palabras de bienvenida del presidente de la Agrupación de Cofradías y
Hermandades de Pozoblanco, la actuación de la Banda sinfónica Municipal de
Música que interpretó cuatro marchas, dos de ellas de estreno, y la entrega del
premio del concurso infantil de pregones a Carmen García-Galiano, y la
presentación del pregonero a cargo de Vicente Galbis Valero comenzaba el pregón.
Miguel
Ángel Cabrera comenzó dando las gracias empezando “por quién hace posible que
hoy estemos aquí”. “Doy gracias a Dios, de donde todo viene”.
Su
intervención estuvo salpicada de momentos en los que abrió una sonrisa al
público.
Con
el salmo 130 que le iluminó por dónde debía marchar su pregón. Un pregón desde
el corazón en el que el teatro, esa gran afición, estuvo muy presente. “En este
teatro de la vida el papel principal es el de Jesús y María” Dijo y añadió que
“dentro de una semana vamos a asistir a un drama, al de la Pasión, Muerte y
Resurrección de Jesús”.
Miguel
Ángel Cabrera llega al final a la conclusión de que “soy un pregonero cristiano
y en consecuencia debo pregonarlo y no callarlo. Hay que proclamar de nuevo en
esta Semana Santa que Cristo muere por nosotros y siguiéndole nos dará la
verdadera vida que buscamos para mantenernos la esperanza siempre viva”.
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